La família Guillemonde viaja por el mundo en un autocar solar de batería Tesla

Transformer un antiguo autocar de doce metros en una casa sobre ruedas con los sitios más hermosos del mundo como jardín, es una tendencia bastante popular. Antes de partir, Jean-Philippe, Laure, Clara y Lisa decidieron reemplazar el motor diésel por un motor eléctrico de Tesla Model S Performance, lo que hace que esta aventura sea única. Durante nuestra llamada telefónica, la familia se encontraba en Rumania, habiendo partido de los alrededores de Toulouse. Personalidad atípica En general, las personas que se atreven a vivir en un autocar o autobús transformado toman su tiempo para planificar bien su proyecto. Hace falta una personalidad muy atípica para imaginar una casa móvil que se mejore en el camino, tanto en términos de diseño interior como de sistema de propulsión. Por ejemplo, ¿se atreverían, queridos lectores, a dejar su hogar fijo para recorrer el mundo en un antiguo autocar convertido a eléctrico, sin posibilidad de recargarlo en una estación ni de regenerarlo? Precisamente, Jean-Philippe es atípico: «Soy autodidacta, pero me encanta aprender. Puede parecer contradictorio. Tan pronto como puedo entrenar a alguien y ganar dinero en una profesión, la cambio. Me llevó un tiempo darme cuenta de que es la forma en que funciono». Este hombre polifacético pudo utilizar sus diversas experiencias profesionales para transformar el vehículo por sí mismo: «Trabajé en mantenimiento de informática, domótica y robótica. Incluso construí un robot industrial. También trabajé en la construcción. No le temo a los grandes vehículos ni a tocar sus sistemas eléctricos o neumáticos. Lo mismo ocurre con los paneles fotovoltaicos. Solo el mecanizado de las piezas fue realizado por un artesano externo». El Covid como punto de partida Si bien la idea de embarcarse en una aventura en un antiguo autocar fue de Jean-Philippe, el proyecto se convirtió en el de toda la familia: «Hubo un largo período de gestación. Como trabajé mucho, todavía tenía tiempo de calidad con mis hijas. Clara, que celebró sus 18 años durante el viaje, está interesada en la exploración y la aventura. A los 16 años, Lisa era más casera, pero hoy en día aprecia tener muchos puntos de referencia en el mundo». Un evento sirvió como punto de partida: «Fue el Covid. Estaba en una startup que esperaba una ronda de financiación. Con la pandemia, eso no sucedió». Aunque el padre de familia ya era un usuario de vehículos eléctricos con un antiguo Kia Soul EV y luego un Hyundai Kona, no quería seguir consumiendo diésel: «Principalmente debido al costo, pero también por la huella ecológica al consumir 35 litros por cada 100 kilómetros para transportar a cuatro personas». Aunque la casa sobre ruedas ya está en la carretera, nuestro interlocutor reconoce: «No fue tan fácil. Por un lado, la física me decía que era posible hacer funcionar un vehículo de este tipo con un motor de Tesla. Por otro lado, todo el mundo decía lo contrario. Incluso el especialista en conversiones, Marc Areny, que nos suministró las piezas y cerca de quien estamos actualmente, en Pitesti. En electrónica o informática, se pueden hacer pruebas en una esquina de la mesa. Pero aquí, teníamos que completar la conversión para saber si funcionaría o no».