El Siglo del Viento
En esta «década de los centenarios», un acontecimiento que iba a resultar crucial para el actual predicamento de la temperatura del planeta Tierra se ha producido, ha llegado y se ha ido sin apenas alboroto. El 6 de mayo de 1923, el geólogo e ingeniero de minas nacido en Nueva Zelanda, Frank Holmes, acordó una concesión de exploración petrolífera con el sultán Abdul Aziz Ibn Saud.
El Primer Paso
Holmes llevaba varios años buscando yacimientos de petróleo en Oriente Próximo y estaba convencido de que encontraría riquezas en la región oriental de Al-Hasa, la entonces embrionaria nación saudí.
Aquel apretón de manos fue uno de los primeros pasos de bebé de Arabia Saudí en el negocio de la energía del carbón. Aquel acuerdo de dos años con Ibn Saud le costó a Holmes 5.000 libras y, aunque no tuvo éxito, no hizo mella en su entusiasmo por la causa.
Visión del Futuro
En una carta a su esposa, Holmes escribió: «Personalmente creo que se desarrollará un inmenso yacimiento de petróleo que irá desde Kuwait hasta la costa continental de Arabia oriental.» El tiempo le daría más razón de la que jamás hubiera imaginado.
El Futuro de la Energía Eólica en Europa
Despegue de la Energía Eólica
Avancemos cien años, hasta el otoño de 2023, y Sean Kelly, eurodiputado por Irlanda del Sur, pronuncia sus observaciones finales en una conferencia que ha patrocinado en el Parlamento Europeo sobre el tema «Powering up Europe: Liberar el potencial eólico marino de Irlanda para alcanzar los objetivos climáticos de la UE».
Sus conclusiones son a la vez preocupantes y optimistas. «Aunque tenemos problemas», reconoce Kelly, «creo que tenemos los recursos, los medios y, sobre todo, la gente para ayudarnos a conseguirlo. En última instancia, tenemos que convencer a la gente de que todo lo que se haga para eliminar los combustibles fósiles y desarrollar las **energías renovables** es salvar el planeta para las generaciones futuras, sus hijos y nietos. Ese es el mensaje clave. Todo lo demás es secundario».
La Llegada de la Energía Eólica
La actualidad sólo se generan 32 gigavatios (GW) de energía a partir de la **eólica marina**, lo que satisface únicamente alrededor del 3% de la demanda de electricidad de Europa. Para situarnos en este contexto, el objetivo para la **energía eólica** del Mar del Norte producida por un triunvirato formado por el Reino Unido, Noruega y la Unión Europea es de 120 GW para 2030, y esta cifra se cuadruplica de nuevo para 2050.
El Potencial de Irlanda
Un mapa codificado por colores de la conferencia sobre la fuerza de las corrientes de viento del Atlántico norte pinta una realidad más elocuente que muchos miles de palabras. En efecto, **Irlanda** podría ser para el viento en 2023 lo que Arabia Saudí fue para el petróleo hace cien años.
La Oportunidad de Irlanda
El Rompecabezas
Un mapa codificado por colores de la fuerza de las corrientes de viento del Atlántico norte muestra que **Irlanda** podría ser para el viento en 2023 lo que Arabia Saudí fue para el petróleo hace 100 años. Con una oferta casi ilimitada de viento frente a nuestras costas y una demanda insaciable del producto final, la electricidad, se dan las condiciones óptimas para atraer al mercado muros de capital privado y público del mismo modo que las «grandes petroleras» se trasladaron a Arabia en las décadas posteriores a que pioneros como Holmes señalaran el camino.
El Reto de Irlanda
Aunque la financiación está ahí, cada etapa de la cadena de suministro «de la **turbina marina** al hervidor eléctrico» está plagada de costosos obstáculos políticos, económicos y legislativos. Kelly esboza el reto.»Hay mucho interés en desarrollar parques eólicos marinos, pero hay dos grandes obstáculos», afirma. «Uno es la planificación y la obtención de permisos. Es un hecho que en los últimos doce meses no se ha concedido permiso de planificación a ningún parque eólico en **Irlanda**.
El Riesgo de la Paralización
Eirgrid celebró su primera subasta de energía eólica marina a principios de año y sólo adjudicó 3 GW, y Sean Kelly insiste en que las subastas son una pérdida de tiempo sin planes concretos y realizables para la entrega de proyectos y productos.»
Gestión Necesaria
Reconoce que las deficiencias en la comunicación y el compromiso de las comunidades han dejado un vacío en el que pueden prosperar el alarmismo y la desinformación. Pero también sabe que si hay que comerse un elefante, es mejor hacerlo a pequeños bocados.
Cada circunscripción debería tener objetivos de descarbonización de sus edificios. Y al propio Gobierno no se le debería permitir ni siquiera publicar sus objetivos a cinco años vista. Se les debería pedir que dijeran qué van a hacer en el primer, segundo, tercer y cuarto año de su mandato.