En Madagascar, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas (ONU) acude al rescate del gobierno en su respuesta a los desastres naturales y la sequía que afecta a la gran isla desde hace varios años. En asociación, el gobierno de Madagascar y el PMA implementarán la Iniciativa de Transformación Rural Rápida (RRT), cuyo objetivo es brindar una respuesta rápida a las poblaciones afectadas por la crisis climática.
Y en este contexto, acaba de finalizar un proyecto piloto en la región de Anosy. Ha permitido el establecimiento de centros alimentados con energía solar. El sitio está equipado con un suministro de agua potable (AEP), una plataforma de ofertas de servicios digitales para brindar servicios esenciales, todo alimentado con energía solar fotovoltaica. La gestión de estos equipos está garantizada por las autoridades locales.
Solar para facilitar el acceso a los servicios esenciales
“Con este proyecto piloto, facilitaremos la transformación rural incluso en áreas geográficamente aisladas, a través de la provisión de agua potable para riego, la operación de instalaciones de salud, la expansión de oportunidades empresariales y el desarrollo de sus cadenas de valor agrícolas”, explica Jocelyn Raharimbola, gobernador de la región de Anosy.
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Según WFP, el centro permite que varios socios establezcan servicios comunitarios integrados, como centros de capacitación para mujeres y jóvenes sobre producción de alimentos y habilidades comerciales, así como aulas digitales, al tiempo que mejoran la producción agrícola a través del riego por goteo con energía solar y la hidroponía.
Un enfoque en la agricultura frente a la sequía
Básicamente, el acceso a los servicios es solo un paso en la respuesta a la emergencia climática en la parte sur de la isla de Madagascar. Por lo tanto, la inseguridad alimentaria causada por la sequía debe abordarse de manera sostenible. La iniciativa RRT también mejorará la gestión de los recursos naturales con la introducción de técnicas agrícolas mejoradas para garantizar la producción continua de alimentos.
La implementación de estas soluciones es urgente, porque 2,2 millones de personas se encuentran en situación de inseguridad alimentaria en el sur y sureste de la Isla Grande debido a la sequía. Debido a su posición geográfica en el Océano Índico, Madagascar es muy vulnerable a las perturbaciones climáticas. Durante la reciente temporada de huracanes 2021-2022, en el lapso de un mes, el país fue azotado por seis tormentas y ciclones tropicales. Para apoyar la respuesta del gobierno a los choques climáticos, el Banco Africano de Desarrollo (AfDB) validó hace unas semanas un financiamiento de 19,2 millones de dólares del Transition Support Facility (TSF) y del African Disaster Risk Financing Program (ADRiFi).
Jean Marie Takouleu