Marruecos y España habían acordado renegociar «la gestión del espacio aéreo» del Sáhara en la declaración conjunta del 7 de abril, marcando el inicio de una nueva etapa en sus relaciones. Hasta ahora, el control del espacio aéreo sobre el Sahara lo gestionaba España desde Canarias, y Rabat se ocupaba del control del aeropuerto. A partir de ahora, Marruecos quiere revisar este mecanismo y hacerse con el control exclusivo de la gestión del espacio aéreo del Sáhara, informa Libertad Digital.
Sánchez está listo para negociar este cambio y se espera que las negociaciones concluyan en la Reunión de Alto Nivel que comenzó el miércoles. Pero si Rabat tuviera éxito, sería el único que controlaría el transporte a Europa, por mar a través de las Islas Canarias, de petróleo y gas natural desde Nigeria. Un proyecto prioritario para la UE, la OTAN y Estados Unidos.
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Marruecos había delimitado su frontera con las Islas Canarias más allá de las 200 millas de la zona económica exclusiva, invadiendo territorio español, según las autoridades canarias. En esta franja de mar existen yacimientos submarinos de gran valor como los materiales utilizados en la fabricación de paneles solares. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, sostiene que España no cederá el control del espacio aéreo del Sáhara, pero Marruecos insiste en su iniciativa.
Temas clave como la demarcación de las fronteras marítimas con Canarias, la cooperación policial en la lucha contra el terrorismo y contra la inmigración ilegal, la reapertura «ordenada y gradual» de las fronteras terrestres en Sebta y Melilla, sin olvidar el comercio aduanero en las dos ciudades, serán discutidos durante esta cumbre.